La flexibilidad muscular, comúnmente entendida como la capacidad del músculo para alargarse sin lesionarse, no es solo el resultado de la biomecánica, de nuestras capacidades flexibles o el entrenamiento. La neurociencia ha demostrado que los neurotransmisores, en particular la dopamina (que la pasamos escuchando en todo lado), en super importante para la regulación del movimiento y la flexibilidad. Este neurotransmisor, fundamental para el control motor y la motivación, tiene un impacto directo en la forma en que los músculos responden durante el estiramiento.
Vamos a ver algún de los puntos que me parecieron clave para hablar de la Dopamina mientras estiramos <3
La dopamina: un regulador clave en el cuerpo
La dopamina es una catecolamina que actúa tanto en el sistema nervioso central como en el periférico. Este neurotransmisor no solo está relacionado con la recompensa y la motivación, sino también con la regulación de varias funciones motoras, cognitivas y emocionales (como cuando nos sale un truco o cuando ''fallamos'' muchas veces. En términos de flexibilidad, la dopamina puede influir en la percepción del dolor, la fatiga muscular y la plasticidad de los tejidos.
Diariamente, la cantidad de dopamina en el cerebro fluctúa dependiendo de factores como la alimentación, el descanso, la exposición al estrés y la actividad física. Durante el día, los niveles de dopamina suelen ser más altos en la mañana y disminuir gradualmente hacia la tarde y la noche, siguiendo los ritmos circadianos. (pueden ver el podcast de Huberman Lab sobre las rutinas de la mañana) Esta variabilidad afecta cómo respondemos físicamente a los estímulos, incluidos los ejercicios de flexibilidad. Así que aqui podemos comenzar a entender porque algunos dias somos más flexibles que otros, depende mucho de lo que hicimos antes de llegar a entrenar Flex, por ejemplo si pasamos mucho rato sentadas, viendo redes sociales, con pereza, y dándole a nuestra mente una sobreestimulación, posiblemente ese día nos cueste más llegar más profundo a las poses.
La conexión entre dopamina e hidratación muscular
La hidratación es un componente fundamental para la flexibilidad. El tejido muscular y las fascias requieren de una correcta hidratación para mantener su elasticidad y reducir el riesgo de lesiones. La dopamina, al estar relacionada con la regulación del comportamiento motivacional, puede influir en la forma en que se percibe la sed y, por ende, el nivel de hidratación del cuerpo.
Un nivel adecuado de dopamina facilita una correcta percepción de las señales de sed, ayudando a mantener una hidratación óptima. En contraste, niveles bajos de dopamina podrían disminuir la percepción de la necesidad de agua, lo que comprometería la elasticidad muscular, haciéndolos más propensos a rigidez y reduciendo la flexibilidad.
Asi que ya sabes si normalmente no te da sed puede ser porque la dopamina <3
Cómo se genera dopamina durante el estiramiento
El estiramiento con la metología Catlex (menciono específicamente la metodología catlex, porque se diferencia por buscar un entrenamiento de flexibilidad enfocado en placer y disfrute, evitando toda la parte tradicional de obligar a la persona a llegar a la fuerza, lo que genera traumas y más cortisol que dopamina), activa varias rutas neuromusculares que inducen la liberación de dopamina. Estudios neuropsicológicos muestran que el estiramiento, al estimular los receptores de mecanosensibilidad en los músculos y las fascias, envía señales al sistema nervioso central que promueven la liberación de dopamina. Esta liberación no solo mejora la sensación de bienestar, sino que también puede influir en el control motor, facilitando movimientos más precisos y mejorando el rango de movimiento.
Además, la dopamina tiene un efecto directo sobre los circuitos de recompensa del cerebro, lo que motiva a las personas a continuar estirando, ya que se genera una sensación placentera al realizar estos ejercicios. Esta relación bidireccional entre el movimiento y la dopamina es clave en la adaptación neuromuscular y en la mejora continua de la flexibilidad, pongamos el ejemplo de cuando estamos cerca de llegar a alguna postura, si no lo notamos posiblemente se sienta igual de difícil, pero en el momento que alguien nos dice que ya estamos cerca de lograrlo, nos llenamos de dopamina y logramos estirar con más facilidad para obtener la recompensa.
Dopamina, cortisol y serotonina: una interconexión que existe siempre
La dopamina no funciona de manera aislada en el cuerpo. Su interacción con otros neurotransmisores y hormonas, como el cortisol y la serotonina, es fundamental para la homeostasis general del cuerpo, incluida la flexibilidad muscular.
El cortisol, conocido como la "hormona del estrés", tiene un papel en la respuesta fisiológica del cuerpo al estiramiento. Durante situaciones de estrés, los niveles de cortisol aumentan, lo que puede causar rigidez muscular y disminución en la flexibilidad debido a un aumento en la tensión muscular y en las fascias. Sin embargo, la dopamina puede contrarrestar algunos de los efectos negativos del cortisol al regular las respuestas al estrés y promover una sensación de calma y bienestar. (Por eso es importante relajarse y enfocarse más en estar cómodas en la postura que en lograr llegar mucho)
Por otro lado, la serotonina, un neurotransmisor asociado con el estado de ánimo y la relajación, también tiene un vínculo estrecho con la dopamina. Durante el estiramiento, la producción de serotonina aumenta, lo que favorece la relajación muscular y reduce la sensación de dolor o incomodidad. Al equilibrarse con los niveles de dopamina, la serotonina contribuye a un estado de equilibrio emocional y físico que facilita el estiramiento profundo y efectivo.
La neurociencia del estiramiento: dopamina y plasticidad muscular
En términos biomecánicos, el estiramiento no solo implica la elongación pasiva de los músculos, sino también cambios estructurales en las fascias y en las uniones neuromusculares. La plasticidad muscular, es decir, la capacidad del tejido de adaptarse a estímulos repetidos, depende en gran medida de la neuroquímica subyacente, donde la dopamina juega un papel central. A través de la activación de los receptores dopaminérgicos en el sistema nervioso, se facilita la neuroplasticidad y la adaptación de los músculos al estiramiento progresivo, super importante entender que el estiramiento progresivo es la mejor forma de llegar a ser flexible, un estiramiento forzado elimina todo esto!
La dopamina mejora la eficiencia en la transmisión de señales entre los músculos y el cerebro, optimizando la coordinación motora y permitiendo un mayor rango de movimiento. Esta sincronización neuromuscular es esencial para alcanzar niveles óptimos de flexibilidad sin comprometer la estabilidad o el control motor.
Notas de Alex:
La dopamina no solo afecta la motivación y el estado de ánimo, sino que también tiene un impacto directo en la flex y la propiocepción. gracias a la dopamina vamos a a regular la hidratación, la percepción del dolor y su interacción con el cortisol y la serotonina durante el entrenamiento, este neurotransmisor es el que nos ayuda a crear la costumbre de tener un cuerpo flexible, con la capacidad de entrar en posturas de mayor rango sin tener que detenernos a pensar y procesar el miedo o la incomodidad del ejercicio o la pose. Si logramos entender como funciona la dopamina en nuestro estiramiento vamos a tener un entrenamiento más inteligente, conectado con nuestras emociones y hábitos de cada día!
Les dejo un podcast sobre la dopamina!
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